miércoles, 23 de marzo de 2016

Más David Rubín

Hay películas que ves sólo por los efectos especiales, o por determinados actores o porque el guión corre a cargo unos locos en concreto, pues bien en el mundo del cómic pasa algo parecido, te puedes ver seducido por un personaje que trepa muros o que tenga las agallas de mezclarse con las sombras para combatir a los más dementes, o bien te dejes llevar por la narración, la historia, al fin y al cabo la poesía con la que se suceden las viñetas o quizás seas de esos que se decantan por unos trazos en concreto, por una forma de colorear o de escoger cada una de las tramas con las que texturizar cada material, la cosa es que por A por B o por C hay artistas que bajo mi punto de vista no te puedes perder.





De igual manera que, aunque no seas un apasionado de la pintura, puedes pegarte horas contemplado cada una de las pinceladas de un cuadro postimpresionista de van Gogh, o quedarte asombrado del virtuosismo desplegado por Miguel Ángel en su David, o independientemente de si te decantas por sonidos electrónicos o más bailables sabes que lo que hace Carlos Santana con la guitarra está al alcance de muy pocos, pues bajo mi punto de vista, dentro del cómic, considerado como el noveno arte, habría muchos artistas que no desentonarían compartiendo salas de importantes museos con afamados pintores. 

Y uno de esos artistas no podría ser otro que David Rubín, su peculiar estilo hace que cada una de sus viñetas sean pequeñas obras de arte, tanto es así que yo tarde más en terminar "El Héroe" que mi novia un libro de 300 páginas, y vale que yo sea lento leyendo, pero es que el trazo "sucio" y los colores usados me retenían sin dejarme pasar la página no es culpa de "mi retraso".

Hace un par de años os hable ya de este fuera de serie, y me despedía esperando que no pasase mucho tiempo hasta disfrutar de su siguiente obra de arte, pues bien, he tenido el gusto de leer  la saga sobre "Aurora West" y  también "La Ficción".

La saga sobre los West (Battling Boy, El momento de Aurora West, La caída de la casa West) trata, como es habitual en los proyectos de David, con tremenda imaginación cómo se enfrentan los habitantes de una ciudad a la aparición de unos monstruos que secuestran niños. La historia me atrajo bastante desde el principio, teniendo como epicentro la figura de una niña que ya no es tan niña,  el dibujo (en grises) pierde parte de la fuerza que Rubín consigue con los colores y aunque quizá el desenlace me dejo un poco frío, espero una nueva entrega que cierre la historia.

Por último en "La Ficción"con un guión de Curt Pires nos encontramos un guiño quizá olvidado con las nuevas tecnologías y los nuevos artilugios que tienen los más pequeños para pasar el tiempo, cómo es el poder de la imaginación, el hecho de que a través de la lectura nos sumerjamos en "otro mundo", simplemente decir que no te lo puedes perder. 









Por cierto si aún sois algo escépticos, sólo os tenéis que acercar un día a alguna de sus firmas en algún salón para ver cómo maneja los "pinceles", cómo con cada firma gasta más de 10 minutos para hacer cosas tan chulas como esta:




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